Uno de los mejores albergues del Camino Francés; perfectamente atendido por Sandra y Hernán. Entrañables, simpáticos, implicados y…peregrinos. Las instalaciones son inmejorables, el albergue está ubicado en una antigua casa rehabilitada con patio interior. Los baños fabulosos. Las literas de madera.
La charla con los hospitaleros hasta altas horas. Además llega con una tendinitis grandísima en un tobillo y Sandra me dio un masaje y luego algunos consejos que me sirvieron para poder llegar a Santiago salvando mi lesión.
Sin duda alguna repetiría.
Uno de los mejores albergues del Camino Francés; perfectamente atendido por Sandra y Hernán. Entrañables, simpáticos, implicados y…peregrinos. Las instalaciones son inmejorables, el albergue está ubicado en una antigua casa rehabilitada con patio interior. Los baños fabulosos. Las literas de madera.
La charla con los hospitaleros hasta altas horas. Además llega con una tendinitis grandísima en un tobillo y Sandra me dio un masaje y luego algunos consejos que me sirvieron para poder llegar a Santiago salvando mi lesión.
Sin duda alguna repetiría.