3ª etapa. A Laxe-Outeiro. Bitácora.
Día 07/12/2014 A Laxe-Outeiro
El Cuaderno de Bitácora.
Después de una noche endiablada, en la que me han despertado mil veces los ronquidos de los otros dos peregrinos que hay en el albergue, es decir, mi hermana y mi marido, antes de que sonara el despertador a las 06:30 h. yo ya estaba despierta. Hemos bajado a la cocina y hemos desayunado tranquilamente. Hoy nos espera una etapa bastante larga pero tampoco queremos hacer muchos kilómetros antes de que amanezca así que no vamos a salir demasiado temprano.
Comenzamos a caminar de nuevo de noche, alrededor de las 07:15 h. Comenzamos a andar por el arcén de la N-525. Seguimos por el Camino hasta Prado. Seguimos en descenso hasta el río Deva que cruzamos por el hermoso Puente de Taboada. Son las 08:30 h. Al rato nos encontramos con un peregrino que viene con un perrillo hacia nosotros. Viene haciendo el Camino de Levante. El pobre perdió ayer toda la documentación por esta zona y anda buscándola. Espero que tenga suerte, es una faena ya tan cerca del final de su Camino tener este problema. Nosotros seguimos hasta Silleda. Ayer no durmió en A Laxe porque no le dejaron dormir con el perro y por eso llegó hasta Silleda. Pasamos por un camino embarrado pero precioso. Los colores en estas fechas son impresionantes. La naturaleza está viva.
En Silleda, frente al Dia, en una pequeña tienda, compramos una empanada riquísima y algo de embutido, fruta y pan para la comida.
La empanada nos quema en las manos de lo bien que huele así que antes de cruzar el pueblo ya hemos acabado con ella.
Salimos de Silleda y tras cruzar varias veces la carretera llegamos a San Fiz. Caminamos por un bonito sendero y cruzamos el arroyo Toxa. Seguimos caminando hasta Bandeira. Nos metemos en un bar donde nos tratan increíblemente. Pedimos unas cañas y nos sacan tapas que no caben en la mesa. Aprovechamos el descanso para quitarnos los pantalones de agua. Ana Belén y yo nos vamos en busca de otra empanada pero no es tan buena como la de esta mañana y mucho más cara. Nos da la impresión que una vez más nos han tomado el pelo pero a pesar de ello la compramos.
Cruzamos Bandeira y al final tomamos una carretera dirección A Casela. Descendemos hasta el arroyo Cervañiño y luego subiremos hasta la aldea de Vilariño. Santiago nos queda a poco más de 30 kms.
Seguimos atravesando pequeñas aldeas como Dornelas, O Seixo y San Miguel de Castro. Desde aquí un fuerte descenso hasta Ponte Ulla. Antes del puente tenemos a la derecha una zona de descanso junto a la ermita de Santiago. Cruzamos el bonito puente y entramos en esta localidad. En un banco nos sentamos y nos preparamos un bocata que nos de fuerzas para emprender la subida que nos espera. Son las 16:20 h. Es un bonito pueblo que posee una iglesia románica digna de ver, la Magdalena.
La subida es dura y larga, pero muy bonito el paisaje. Pasamos junto a la capilla de Santiaguiño y enseguida vemos las primeras casas de Outeiro. Llamamos a la hospitalera y nos indica donde están las llaves para que vayamos entrando. Son las 6 de la tarde. En el albergue hace muchísimo frío, sale vaho de nuestras bocas, no nos quitamos ni una sola prenda. Nos estamos quedando helados. Cuando viene la hospitalera nos dice que no hay calefacción porque han entrado en el cuarto de la caldera y se han llevado todo el cobre. Por lo menos tenemos agua medio caliente. Nos deja un pequeño calefactor para caldearnos. Lo ponemos en el dormitorio donde vamos a dormir pero no creo que se note mucho porque el dormitorio es enorme con grandes cristaleras al exterior. Nos duchamos y preparamos una cena ligera con todo lo que nos ha sobrado. No tenemos muchas ganas de liarnos. Hace mucho frío. Decidimos montarnos un chambao en el dormitorio con los colchones del resto de las literas y el calefactor en medio. La idea nos salva la noche y dormimos muy calentitos.