6 de abril de 2015. 22 Km
Hoy nos levantamos de nuevo pronto porque hemos quedado en Trinidad de Arre alrededor de las 13:00 h. Como somos los primeros que nos levantamos de nuestro dormitorio intentamos no hacer ruido y sacamos los trastos al salón. Al final no ha dormido nadie en la cama supletoria porque los que llegaron siguieron hacia Pamplona. Enseguida comienza a levantarse gente. La mayoría terminamos hoy nuestras peregrinaciones. Hemos aprovechado estos días de Semana Santa para hacer el Camino.
Desayunamos y de nuevo, cuando suenan siete campanadas cerramos la puerta del albergue y comenzamos nuestro último día por ahora. En verano ya tenemos pensado otro camino por el norte, la Vía de Bayona.
Aún no ha amanecido y salimos con el frontal. Salimos de Olagüe por la carretera en dirección Iragi y Egozkue. De nuevo caminos embarrados nos reciben al amanecer. Continuamos y llegamos a la siguiente localidad, Leazkue.
Pasamos por delante de la iglesia de la Asunción.
Tomamos una pista de grava al final del pueblo y enseguida llegamos al siguiente pueblo, Etulain, que queda al otro lado del río. Pasamos por debajo de la carretera N-121-A y de la NA-8109 para entrar en Ostiz. A la derecha hay un bar pero está cerrado. Bajamos por la carretera hasta la rotonda. Delante llevamos a David, Jean Philippe y Fidel. A los catalanes, que al salir de Olagüe iban prácticamente detrás de nosotros no los vemos. Habrán parado a desayunar. Subimos hasta el centro del pueblo y cruzamos el Ultzama. Seguimos subiendo y a la izquierda tomamos la calle Errekaldea. A partir de ahora nos espera un bonito caminar. Al final de la calle tomamos una senda que a veces está muy embarrada y encharcada y se estrecha y otras veces vamos por medio de un prao.
Dejamos Olaiz y entramos por una estrecha y embarrada senda entre bojs, bajando al valle de Ezcabarte.
En Sorauren hay dos bares al otro lado del río que también están cerrados. Nos volvemos a encontrar con David, Jean Philippe y Fidel. Seguiremos juntos el resto de la etapa. Nos quedamos por detrás de ellos haciendo fotos y al mirar al suelo vemos una sandalia. Seguro que es de alguno de los tres. Está muy limpia y muy en medio como para llevar mucho tiempo tirada. La cogemos. Efectivamente cuando nos encontramos con ellos la sandalia es de Fidel.
Seguimos por un camino asfaltado durante como una hora y media más, con el río Ultzama a nuestra izquierda. Enseguida empezamos a ver el polígono. Llegamos a la parte vieja de Arre y cruzamos el río por el puente viejo. Seguimos caminando por el paseo hasta el puente medieval de Trinidad de Arre. Aquí nos despedimos de nuestros compañeros de viaje porque ellos regresan a sus casas en autobús y salen de Pamplona.
Ha sido una experiencia maravillosa. Sellamos en la iglesia de Trinidad y llamamos a Mikel, el chico con el que volveremos a Irún. Como tenemos tiempo nos vamos por la calle principal y nos metemos en un bar a tomarnos unas cervezas y cambiarnos de ropa. Vamos llenos de barro y no queremos manchar el coche. El viaje hasta Irún con Mikel es un verdadero placer. Compartimos muchas cosas y eso hace que el viaje sea muy entretenido. Mikel nos aconseja que vayamos a pasar la tarde a Hendaya y así lo hacemos. Comemos en un restaurante barato y nos vamos a echar la siesta a la playa. Nos sentamos en un banco y nos quedamos dormidos, dormidos, dormidos. Vamos que yo hasta sueño. Cuando nos despertamos a mí se me ha quemado hasta la nariz.
Esto llega a su fin. Pasamos por Fuenterrabía a tomarnos un café y de vuelta a casa.
Por esta vez hemos terminado una nueva peregrinación, cortita pero nos ha quitado la espinita.