Día 10/08/2011. Campiello-Berducedo. 30 kms.
Hoy comienza lo que todo el mundo considera la etapa reina del Camino Primitivo. Hemos elegido para este Camino realizar la variante de Hospitales , ya que la misma posee una abundante documentación histórica y ademas es de una extraordinaria belleza, asi que seguimos la recomendación de nuestro amigo el Toru y nos decidimos por ella.
La ruta es preciosa y dura, de una belleza salvaje y desoladora. Hemos tenido suerte de que nos ha acompañado el tiempo, y aunque a amanecido nublado, pronto a despejado y las vistas desde las alturas han sido impresionantes.
Nos levantamos a las 06:30 horas y tras desayunar salimos de Campiello a las 07:30 horas y nos encontramos con Victor y Jose los bicigrinos sevillanos, que están en la puerta del albergue esperando que Herminia les de las bicis.
Hace fresco, enseguida nos encontramos con la pequeña aldea de El Fresno. Aprovechamos las primeras horas de la mañana para andar un poco más rápido y pronto llegamos a Borres, donde se encuentra un albergue público, pero sin ningún tipo de servicios la aldea.
Pasado Borres, a 1,5 km se encuentra la variante de Hospitales, que tomamos, son las 08:30 horas, llevamos 1 hora andando.
Esta variante de Hospitales tiene una larga y documentada tradición peregrina, incluso anterior a la fundación de Pola de Allande, se llama así por encontrarse en el las ruinas de 3 hospitales que delatan la presencia jacobea por esta zona.
Siempre nos gustó seguir las rutas históricas documentadas, sentir el paso de los peregrinos que pasaron por éste lugar desde hace más de 1000 años; no se porque extraña razón ésto se siente, quizas sea por las ruinas de los Hospitales, o quizás por la soledad y el silencio que se respira, no lo sé, pero se presiente.
Lo malo de éste lugar es que no hay ningún tipo de avituallamiento, ni cobijo en 18 kms, desde Borres hasta Montefurado; hay que salvar un desnivel de 600 metros; está expuesta a los vientos y las nieblas y en invierno incluso a las nieves.
Al llegar a la ermita de San Pascual en las afueras de La Mortera, comienza la subida a Hospitales, se trata de rampas largas en zeteo, pero no excesivamente duras, que poco a poco te van trasladando al reino de la altura. El paisaje poco a poco empieza a ser impresionante, paisaje de montaña, desolado de vegetación, sin ningún lugar donde cobijarse, tan solo pasto de altura, el silencio lo domina todo.
Vamos viendo mas peregrinos que ya empezamos a identificar: el grupo de los valencianos, la pareja catalana (Javier y Teresa) etc.
Las vistas cada vez son mejores, abajo un mar de nubes que tapa todo, a nuestra altura el cielo azul.
A casi una hora desde que empezamos a subir se llega a una altiplanicie llana a 1100 metros de altura que lo domina todo y al poco de andar por esta llanura, nos encontramos con las ruinas del Hospital de Paradiella, documentado del siglo XV.
Ruinas del Hospital de Paradiella.
El Camino prosigue en ascensión, con una rampa que puede considerarse la más dura de la subida; está muy bien señalizado con estacas de madera cada 50 metros, pero suponemos que con niebla no sobrará ninguna.
Tras un descanso en llano, donde le damos bien a la bota de vino, comienza una nueva ascensión entre caballos salvajes para alcanzar en este punto la cota más alta de todo el Camino Primitivo 1230 metros de altitud.
Desde aquí las vistas son impresionantes, al poco llegamos a la segunda de las ruinas, la del Hospital de peregrinos de Fonfaraón, fundado entre los siglos XIII al XV, esta bastante mejor conservado gracias a que se a utilizado por los ganaderos de la zona.
Aquí paramos a comer algo y charlar con nuestros amigos Javier y Teresa, la pareja catalana que conocimos en la cena de Bodenaya.
Rosa el el albergue de Fonfaraón
El Camino continúa en llano para afrontar al poco una ligera subida que rodea una montaña por su izquierda y ya en bajada y con un fuerte viento de costado, nos encontramos primero con el tercero de los Hospitales de peregrinos que daban cobijo a la ruta, el Hospital de Valparaiso (documentado entre los siglos XIII y XV).
Después al Puerto de la Marta, donde el Camino confluye con la carretera ALL-4, la cruzamos y primero en subida y luego en bajada, llegamos al Puerto de El Palo, sobre las 13:00 horas.
Este puerto se encuentra a 1146 metros de altura y aquí es donde confluyen las dos variantes de ésta etapa, y la máxima altitud que afrontaran los que vengan desde La Pola de Allande. La bajada empieza a lo bruto, sin cruzar la carretera hasta haber descendido bastante, es toda de vértigo hasta llegar a Montefurado, con rampas muy empinadas y piedras sueltas.
La bajada desde el Puerto de El Palo.
Desapareció el viento hace rato y ahora empieza un calor asfixiante que nos obliga a parar en Montefurado a descansar en una pequeña sombra. El agradable conjunto de casas de piedra que hoy vemos es, con todas sus reformas el antiguo Hospital de peregrinos. Hoy en día, parece ser que vive un solo vecino.
Montefurado
Se sale de Montefurado en nuevo ascenso, hasta llegar a una portilla donde tenemos que para otra vez en una sombra; hace un calor asfixiante, son las 2 de la tarde.
Cuando nos encontrábamos descansando en este lugar llegaron en sentido contrario la pareja de catalanes que ya hemos hablado, pues pensaban que iban perdidos, al no haber visto ninguna flecha en mucho rato de bajada desde la última que hay en la portilla. Les indicamos que iban bien e iniciamos todos la larga bajada hasta Lago.
Al llegar a éste pueblo estamos cansadísimos, y hace mucho calor, son las 3 de la tarde y tenemos mucho hambre, asi que paramos en la primera sombra que nos encontramos, la del soportal de su iglesia. Nos zampamos el bocata y descansamos un rato, para coger fuerzas antes de afrontar el último tramo de la etapa.
Llegando a Lago
Luego, poquito a poco hasta Berducedo, por un pinar primero, un tramo de carretera después y un ultimo tramo por un Camino. A las 16:30 horas llegamos a Berducedo, el albergue completo, nos vamos a una habitación del privado, muy guapa.
Berducedo a 910 metros de altitud, es la localidad mas grande de estas altiplanicies y parada habitual de los peregrinos medievales que encontraban acogida en su hospital.
Cenamos en el albergue privado, cena comunitaria, aquí nos volvemos a juntar con Victor y su primo Jose Manuel, los bicigrinos sevillanos que conocimos en Bodenaya, es tan duro este Camino para hacerlo en bici, que van haciendo las etapas como nosotros, charlo con ellos largo y tendido sobre el Camino y sobre el foro bicigrino.
Tambien están nuestros amigos catalanes Teresa y Javi, y conocemos en esta cena a un grupo de peregrinos de Toledo compuesto por Belinda, Lorenzo, su hijo Dani y su sobrino Jaime.
Mabel, la dueña del alojamiento baja un rato a echar con nosotros un rato durante la cena.
Al día siguiente…