1ª etapa. Lugo-Ponte Ferreira. Bitácora.

31 de marzo de 2.007 : Lugo-Ponte Ferreira

Son las 20:35 h. cuando salimos de casa para coger el tren en la Estación de Chamartín. Mi hermana va con Jose y Adrián y yo con Ray y Aurora. Llegamos prontito, así que nos tomamos una cerveza en la estación, haciendo tiempo para que salga nuestro tren.

Nos despedimos de nuestros maridos e hijos y nos subimos en la «lata de sardinas» en la que pasaremos la noche.

Nos tocan las literas 32 y 34, pero Ana Belén cambia la suya a una señora mayor que no puede subir la escalera, así que dormimos una debajo de la otra. Pero es imposible dormir en un sitio tan pequeño, con la calefacción a tope y tanta gente. Así que a eso de las 3 de la mañana, después de haber dormido unas cuatro horitas, me levanto y salgo al pasillo que para mi sorpresa está lleno de gente que entre los nervios y el calor no puede dormir.

En el pasillo me encuentro con Mercedes, maestra de Campo de Criptana,  una peregrina que ya ha hecho varias veces el Camino y que éste lo iba a hacer sola, hasta que se encontró con nosotras. Quería ir a Palas pero le da un poco de mal rollo ir sola. así que la convencemos para que se venga con nosotras hasta Lugo para hacer el Primitivo sin pasar por Palas.

En Sárria se llenó el andén de gente con mochilas que iba a empezar allí su peregrinación. Seguimos hasta Lugo donde nos bajamos un puñado de personas. Nosotras tres con las mochilas y una pareja.

El la estación de Lugo

Nos bajamos del tren cuando aún es de noche  y no encontramos nada para sellar nuestra Credencial. Pasamos por la Catedral y vemos que están a punto de abrirla. Entramos y un sacerdote muy viejito y lento, muy lento, con un llavero con mil llaves está abriendo todas las capillas. Nos dice que esperemos un poquito hasta que abra todo y luego nos atiende. El «poquito» se nos hace interminable porque este «San Pedro» no parece terminar nunca. Pero venimos a hacer el Camino y sabemos que la paciencia será una nota en nuestro peregrinar. Por fin conseguimos el sello de la Catedral de Lugo y nos vamos muy contentas.

Saliendo de Lugo

Salimos de la muralla por la Puerta de Santiago pero nos despistamos un poco y tenemos que pedir ayuda a una Patrulla de la Policía Municipal para que nos ayuden a salir de nuevo al Camino. Aún es de noche y se ven muy pocas señales. Seguimos por la calle de Santiago hasta el puente Vella sobre el Miño.

Subimos por la calle Fermín Rivera hasta la Iglesia de San Lázaro y poco después ya nos encontramos con el «pifostio» (mojón) 99 lo que nos alienta porque ya hemos quitado un dígito.

Cruzamos la N-640 y tomamos una carretera sin arcén durante varios kms. Tras casi dos horas llegamos a Seoane. No entramos pero vemos la iglesia. Seguimos por esta carretera que, gracias a Dios, aparte de no tener arcén no tiene mucho tráfico.

Burro en Seoane

Pasamos por Burgo do San Vicente donde deben estar en fiestas porque frente a la Iglesia hay una carpa con música y mucha gente. Hace frío y está lloviendo. Seguimos y paramos en un bar que tiene unas mesas. Está cerrado pero nos sentamos a tomarnos unos sandwichs y a descansar un ratillo.

La siguiente población es Crescente. muy pequeña. Enseguida llegamos a San Romao da Retorta. Son las 14:00h. y aún nos queda un buen tramo para llegar a «Casa da Ponte», una casa rural que está en Ferreiras, al lado del Puente Romano y donde hemos reservado habitación porque aquí ya no hay albergue y las escuelas están muy mal cuando hace frío.
Mercedes y Ana Belén a la entrada de San Román de Retorta.

Compramos pan en el bar-tienda que regenta un matrimonio que han perdido a su hija en un accidente de tráfico en Lugo. Están desolados. Querían abrir un albergue pero esta tragedia les ha quitada las ganas de todo. Se limitan a sobrevivir día a día con la ausencia de su única hija, su María.

Jaime, el padre, nos hace un mapa de lo que nos queda por andar hasta Melide. Nos cuenta que éste es el verdadero Camino Primitivo y no el que pasa por Palas des Reis. Algo que ya sabíamos y por eso nos habíamos decidido a venir por aquí. Siempre hay gente en el Camino que merece la pena conocer.

Después de un camino precioso llegamos a nuestro destino de hoy. A Mercedes le ha gustado mucho este inicio, tranquilo, sin gente, con tiempo para pensar, para oler, para escuchar. Ana Belén está igualmente emocionada. Y yo estoy muy orgullosa porque ellas confiaban en mí  y hemos llegado, sin problemas hasta aquí.

Llegamos a Casa da Ponte alrededor de las 5. Nos han preparado una habitación para las tres con unas vistas preciosas. Sólo que hace un poco de frío. Sólo hay una pareja además de nosotras.Acaban de encender la calefacción y tardará un rato en calentarse. Lavamos la ropa y la tendemos encima de todos los radiadores que vemos. El dueño es un señor amabilísimo, creo que se llama Manolo, pero no estoy muy segura.
Ana Belén en el Puente Romano.

Manuel, creo que se llama así, nos prepara la cena y al final nos hace un buen precio porque le caemos bien. Pero tampoco os creáis que es barato, sólo que nos ha hecho un buen descuento. Seguro que si alguna vez paso por aquí repito porque el sitio es sensacional. Os lo recomiendo si hacéis este tramo. Nos vamos prontito a la cama porque estamos cansadísimas.

Mañana llegaremos al Francés y toda esta magia se irá.

Al día siguiente…