2ª etapa. Ponte Ferreira-Ribadiso da Baixo. Bitácora

1 de abril de 2007: Ponte Ferreira-Ribadiso da Baixo

 

Salimos de Casa da Ponte a eso de las 9:00h. de la mañana, después de habernos preparado un gran desayuno en la habitación. Gracias al pequeño camping-gas hemos podido tomarnos un vaso de leche calentito con colacao o café y unas madalenas.

Mercedes se ha quedado alucinada de cómo nos lo hemos montado. La verdad es que con lo poco que abulta el camping-gas nos apaña los desayunos.

Así que salimos bien desayunadas. Pagamos la cuenta y empezamos un nuevo día de peregrinación.

Nada más pasar el puente romano nos sorprende un enorme barrizal, ¡para variar!. Lleva lloviendo mucho tiempo y todo el camino está bastante embarrado. Nos ponemos las zapatillas bien cargaditas de barro, nos reímos un rato y seguimos, con buen humor, ¡¡eso que no falte!!

Ana Belén en uno de los mil barrizales que nos tocó cruzar.

 

Dejamos a Mercedes en el albergue de Melide, pero nosotras seguimos, nos encontramos bastante bien y queremos llegar al albergue de Ribadixo, uno de los mejores del Camino. El enclave es precioso, de postal.

El Camino desde Melide, gracias al pulpo que nos hemos comido y al vino que nos hemos bebido se nos hace muy corto. Pasan los kilómetros bastante deprisa. Preguntamos un par de veces cuánto queda para llegar a Ribadixo y ante la respuesta, la misma las dos veces, decidimos no preguntar más. Llegamos a la conclusión que los kilómetros gallegos son de 1300 metros.

Hace una tarde buenísima y da gusto andar. La mochila apenas pesa cuando el ánimo está arriba y el sol nos lo sube. Vamos cantando todo el Camino. Nos encontramos con una pareja de chicas, también de Madrid y que aún no saben dónde van a dormir. Las convencemos para que se queden en Ribadiso. Allí nos veremos porque nosotras caminamos algo más aprisa.

Llegamos al albergue de Ribadiso. Yo ya lo había visto anteriormente pero Ana Belén se queda encantada. En la habitación hay unas 20 personas y en la segunda habitación está Cornelia. Una americana con la que a partir de ahora  compartiremos el Camino. En el patio del albergue está Princesa, la burra que comparte con Cornelia el Camino y con la que llegará a Santiago.

Nos duchamos y cenamos junto al resto de los peregrinos. Nosotras sacamos nuestro pan de molde, medio arrugado y lo rellenamos de lo que tenemos en la mochila. Los otros peregrinos han encargado unos pedazo bocatas en algún bar y se los han traído al albergue. ¡Qué envidia! Siempre nos acordaremos de cómo olían esos bocatas.

Nos acostamos. Hace bastante calor y la ropa se seca fenomenal. Hoy ha sido una jornada muy buena aunque algo larga.

Al día siguiente…