Información General:
El murallón de Fuente Dé desde la Senda de la Reconquista
El Camino Vadiniense en la actualidad discurre al completo por las provincias de Cantabria y León. Se inicia en la localidad de Potes importante villa jacobea (como una continuación del Camino Lebaniego que finaliza próximo a esta población (4 kilómetros mas adelante en el Monasterio de Santo Toribio).
Potes es el centro neurálgico de una extensa comarca montañosa denominada Liébana, muy próxima al Parque Nacional de Picos de Europa,. Desde allí visitaremos el Monasterio de Santo Toribio. Poco después y tras pasar poblaciones como Congarna, Mogrovejo o Espinama nos adentramos en el Parque Nacional de Picos (macizo montañoso que pertenece a la parte central de la Cordillera Cantábrica); con espacios naturales como la Ruta de la Reconquista, el Murallón de Fuente Dé, La Remoña, el Tiro Pedabejo, la Horcada de Valcavao (que con sus 1790 m constituye el 2º punto más alto de todos los Caminos de Santiago) etc.
Más adelante, ante nuestro caminar peregrino aparecerán en el Camino Vadiniense pueblos que no nos dejaran indiferentes, como Portilla de La Reina, Riaño y su bonito embalse, Horcadas. También veremos la impresionante Calzada Romana del Esla que discurre a gran altura por el Desfiladero de este río. Después llegaremos a Cistierna, cabecera de los pueblos de la zona y que despertó gran interés en los romanos por las minas de cobre de la zona. Después llegara Gradefes con su Monasterio de Nuestra Señora de Gradefes, cenobio cisterciense de monjas bernardas fundado en 1168 y en el que en la actualidad todavía pervive la comunidad religiosa. En el último tramo llano del Camino pasaremos por el Monasterio de San Miguel de Escalada y desde allí ya entraremos en Mansilla de Mulas donde enlazaremos con el Camino Francés.
APUNTES DE ACTUALIDAD SOBRE EL CAMINO VADINIENSESe encuentra en la actualidad perfectamente señalizado y dotado de los necesarios albergues municipales para la realización de las etapas. Se ocupan de su divulgación, señalización y ciudades la Asociación de amigos del Camino de Santiago -Ruta Vadiniense Picos de Europa, con base en Cistierna.
En definitiva el Camino Vadiniense, aunque duro, ya que se puede considerar un camino de montaña, es de una belleza paisajística sin igual que lo convierten probablemente en el mas duro y uno de los más bonitos Caminos de Santiago; aunque en su contra podemos mencionar que todavía transita durante bastantes kilómetros por carreteras.
RECORRIDO OFICIAL (FINAL EN MANSILLA DE LAS MULAS):
- Distancia total: 160,36 km
- Elevación máxima: 1790 m
- Elevación mínima: 285 m
- Total ascendido: 2669 m
- Total descendido: 2135 m
- Distancia total: 163,76 km
- Elevación máxima: 1790 m
- Elevación mínima: 285 m
- Total ascendido: 2763 m
- Total descendido: 2223 m
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RECORRIDO OFICIAL
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VARIANTE CON FINALIZACIÓN EN PUENTE DE VILLARENTE
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Se denominan Vadinienses a una serie de tribus de origen celta que vivían en las regiones montañosas del norte de la península; en concreto en la zona ubicada entre el norte de León, oeste de Cantabria, y este de Asturias, en las regiones montañosas próximas a los Picos de Europa; antes de la colonización romana. Posteriormente tras duras campañas fueron sometidas por los romanos. Hoy en día sabemos de sus costumbres por los testimonios de historiadores romanos.
El origen del nombre de la tribus viene de la antigua urbe de Vadinia, de la que se sabe mas bien poco, al parecer la formaban varios castros, siendo el mas importante el de Los Vallinos de Sabero. Uno de los principales restos arqueológicos vadinienses fue el de las lápidas funerarias; siendo la zona de Crémenes en León (que aglutina a 12 municipios) donde mas se han hallado correspondientes a los siglos II y III despues de Cristo.
Su ámbito geográfico abarcaba el oeste de Cantabria, el este de Asturias y el noreste de León. Dentro de la tribu vadiniense se distinguían cuatro clanes; Arcaedunos, Aroniaecinos,Cantianos y Corovescos.
Portilla de la Reina en el Camino Vadiniense
Habitaban en castros como el resto de las tribus celtas, que estaban dirigidas por un jefe y un consejo de ancianos. Lucharon contra la dominación romana siendo derrotados por los ejércitos de Roma entre los años 29 a 19 antes de Cristo.
Los castros romanizados convertidos en pequeñas urbes permanecieron durante la época visigoda (siglos V al VIII) y la mozárabe (siglos IX al XI), acogiendo a los hispanos venidos de tierras del sur empujadas por la invasión musulmana e integrándose poco a poco por ellos en un conglomerado que va formando poco a poco Hispania.
La denominación de Ruta Vadiniense se toma del recuerdo a las gentes que poblaron estas montañas hasta el siglo V, ya que gran parte del Camino discurre por sus tierras.
Del Camino Vadiniense no está muy documentado históricamente por escrito, pero si hay constancia de su antigüedad y de su uso a través de la tradición oral y de los restos que se conservan y que atestiguan el paso de los peregrinos por este Camino. Al parecer los peregrinos que venían por el Camino Norte se desviaban de la costa en las zonas próximas a San Vicente de la Barquera (que ya existía, al ser repoblada la zona por Alfonso I). Estos peregrinos se desviaban de la ruta del Norte buscando monasterios y caminos de interior mas seguros y protegidos de las incursiones vikingas, dirigiéndose hacia el sur del Reino de Asturias. El principal de los desvíos referidos era llegar hasta la comarca de Liébana y su capital Potes, pues tenía el aliciente añadido de poder recalar en el Monasterio de San Martín de Trueno, mas tarde conocido como Monasterio de Santo Toribio de Liébana y venerar así el Lignum Crucis (trozo del brazo izquierdo de la cruz de Cristo mas grande que se conserva) por el que poco a poco fue denominándose Camino Lebaniego; siguiendo posteriormente al Camino hacia Mansilla de Mulas y unirse así a los romeros que poco a poco empezaban a caminar por la traza jacobea del Camino Francés y continuar camino hasta Santiago; constituyéndose de esta manera poco a poco el Camino Vadiniense a Santiago, que ha permanecido durante los siglos.
La dificultad del terreno, con una orografía en la que destaca el tránsito a través de las montañas de Cantabria y León ha marcado con huella indeleble el escaso uso que los peregrinos han hecho de esta traza jacobea, ya que disponían de otras alternativas mas fáciles para unir el Camino del Norte con la meseta y así poderse unir a una ruta de peregrinaje mas utilizada por los peregrinos del siglo XII y posteriores.
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