19 de agosto de 2.006 Rabanal del Camino-Villafranca del Bierzo
Salimos de la Posada y preparamos las bicis. El primer tramo ya resulta duro. Está todo embarrado y hasta Foncebadón quedan casi 6 kms todavía. ¡Qué frío!.
Entramos en el albergue de Foncebadón para coger algo de calor. Siguen habitando sus calles esos perros solitarios de los que tantas veces hemos oído hablar.
Sigue lloviendo y con viento y frío, Ya no nos quedan fuerzas ni para quejarnos.
Cuando llegamos a la Cruz de Ferro, dejamos nuestra piedrecita en el montón y cuando estamos buscando un lugar donde cobijarnos un rato, nos espera una grata sorpresa: están los Belgas, igual de calados y cansados que nosotros. Ella habla perfectamente español. Nos hacemos unas fotos y nos resguardamos bajo un tejadillo.
Impresionante Cruz de Ferro
Al rato vienen dos ciclistas catalanas que han llegado por la mañana a Astorga y han empezado allí mismo su Camino. Vienen heladas porque no traen ropa apropiada. Tienen intención de llegar sólo hasta Ponferrada. Les indicamos que cuando lleguen a Ponferrada no sigan las flechas porque les hacen una circunvalación que no merece la pena, que sigan recto por la carretera porque las vemos muy cansadas. Creemos haberles dado una buena opción.
Descansamos un ratillo y seguimos hacia Manjarín donde nos espera Tomás y su gente, como siempre, con los brazos abiertos. Rosa está tiritando sin parar, con mucho frío y calada. Le encienden un cubo de chapa con ascuas y le aconsejan, en broma, que se siente encima. Le preparan agua caliente para que se tome un te o un café pero ella no puede esperar y se toma el agua caliente sola. Compramos unas TAUS para nuestras hijas y sin esperar a que pare de llover, porque no va a parar, seguimos hasta El Acebo. Días después, Asier nos dio una foto en la que ellos estaban en el albergue de Manjarín, y la fecha era la misma sólo que 10 minutos más tarde que nosotros.
En El Acebo seguimos helados y empapados así que paramos en un bar a tomar un café calentito y al entrar nos encontramos de nuevo con los Belgas que también están reponiendo fuerzas. Ellos empezaron su Camino desde Bélgica el 6 de Julio. El Acebo es muy bonito, sobretodo desde arriba. La calle Real tiene unas balconadas preciosas. Recordamos a Joaquín, mi hermano, que en el 2.004 hizo con nosotros esta etapa hasta Ponferrada a pie y paramos a tomarnos un bocata en un banco de esta calle. ¿Te acuerdas, hermano?. Lo cierto es que el Camino siempre te trae buenos recuerdos a pesar del sufrimiento.
A la salida nos hacemos una foto con la escultura que hay en honor a un ciclista alemán que murió haciendo el Camino. Como hoy es el cumpleaños de Pablo, el padre de Rosa, le llamamos para felicitarle pero no podemos hablar con nuestras hijas porque están por ahí.
Llegamos a Riego de Ambrós y tras una bajada impresionante llegamos a Molinaseca. En el puente paramos un poco a estirar el cuello y los hombros. ¡Otra sorpresa del Camino! Tras varios días sin saber nada de él vemos un chaleco amarillo, es Antonio. Nos hace muchísima ilusión volverlo a ver. Se anima a seguir con nosotros aunque él se quiere quedar en Ponferrada. Este trocito del Camino nos respeta el tiempo y por fin volvemos a ver el sol, pero tiempo después comprobaremos que sólo es un respiro. ¡Hasta tenemos calor!, pero no nos quejamos, eso ni se nos ocurre. Cruzamos Molinaseca «descabalgados» de las bicis para no molestar a la cantidad de gente que hay. Hoy no hay nadie bañándose en el río, ¿por qué será?.
Cruceiro de Molinaseca
En un pis-pas llegamos a Ponferrada los tres pero Antonio se nos despista mientras que nosotros paramos a comprar algo para preparar unos bocatas. Nos vamos hacia el albergue para sellar allí la credencial y sentarnos a comer y vemos la bici de Antonio y también nos encontramos con Maider, Estibalith, Asier, Espi y Óscar. Así que nos sentamos todos juntos a comer. Ellos se van a quedar a dormir en el albergue pero nosotros queremos seguir hasta Villafranca, aprovechando que en ese momento no llueve, aunque después comprobaremos que no por mucho tiempo.
Paramos en el Castillo Templario a echar unas fotos y seguimos hacia Columbrianos, y ¡empieza a llover!. Pasamos Fuentes Nuevas y continuamos por el camino hasta Camponaraya y al llegar a las bodegas de El Bierzo, vamos por la izquierda por un camino de tierra.
En Cacabelos nos encontramos con un compañero mío que está haciendo el Camino a pie él solo. Ha empezado en Carrión de los Condes. Nos deseamos buen Camino y seguimos. ¡Esto es increíble!.
Sólo nos quedan unos siete kms para llegar a Villafranca ¡ánimo!. Llegamos a Villafranca prácticamente de noche y sin sitio para dormir. Damos vueltas llamando a todas las pensiones que vemos pero no hay sitio, así que nos vamos a la Hospedería de San Nicolás, que la conocemos porque allí dormimos en el 2.004, y tenemos suerte, tienen sitio para dejar las bicis y una habitación para nosotros. Cenamos en el mismo restaurante que lo hicimos la otra vez y nos vamos a dormir porque estamos reventados. Mañana nos espera la subida al O Cebreiro. Rezamos para que nos haga buen tiempo porque si no va a ser muy duro. Al acostarnos nos acordamos del despertar del otro Camino. Nos despertó un extraño ruido, nos asomamos a la ventana y era el sonar de los palos de los peregrinos chocando con el suelo, es un sonido característico. Nos dormimos enseguida.
KILÓMETROS RECORRIDOS: 59 kms
Al día siguiente…