2ª Etapa. Grado-Bodenaya. Día 08/08/2011. 28 kms.
Nos despertamos a las 07:00 horas, y salimos a caminar ya desayunados a las 08:15
El Camino empieza en fuerte subida y de frente hasta el Alto del Fresno; la primera rampa es la peor.
A media ladera en la subida al alto, se encuentra Villapañada donde está el albergue, hay que desviarse a la derecha para llegar a él y justo en el desvío se encuentra este soberbio herrero.
Desde aquí empieza una bajada hasta San Marcelo que ha estado cerrada durante mucho tiempo por las obras de la autopista (que tanto daño le están haciendo al Primitivo) y por la que ya se puede pasar «oficialmente».
Rosa entrando en San Marcelo
San Marcelo es un pueblo muy bonito, desde él, ya en bajada menos pronunciada, se llega a Santa Eulalia de Dóriga, donde llegamos sobre las 10 de la mañana de un 8 de agosto, con un sol ya en todo lo alto.
Paramos a hacer unas fotos en su iglesia de Santa Eulalia y a tomar algo en Cá Pacita, donde coincidimos con tres bicigrinos, los primeros peregrinos que vemos y que seguro que ya no los volveremos a ver mas, asi que nos sentamos aun ratito a charlar con ellos.
En Santa Eulalia de Dóriga
Desde ahí un sendero precioso nos lleva a la N-634, por la que cruzamos el rio Narcea y entramos en Cornellana.
Justo antes de la rotonda inmensa de la N-634 que hay a la entrada de Cornellana hay una plantación de kiwis (riquísimos sabemos de la otra vez que hemos pasado por aquí), pero ahora verdes, muy verdes, una lástima.
A la entrada de Cornellana mensaje de ubicación y foto al Toru, y luego paramos a comprar un preñau de chorizu que pedimos en una panadería que no sabemos como se llama pero está en la calle principal a la izquierda, de ahí a tomar una cervecita en el último bar que hay antes de girar a la izquierda para ir al Monasterio de San Salvador de Cornellana.
Nos acercamos al albergue a comernos el preñau y allí nos encontramos a otros 2 peregrinos más; en esta ocasión, si que nos llamó enormemente la atención: eran una pareja de peregrinos de mediana edad, pero la mujer era completamente ciega, y andaban simplemente cogidos de la mano. ¡¡Increible!! Que fuerza de voluntad!
Impresionante verlos salir por la vereda del arroyo de los patos.
Esta localidad de Cornellana nació al amparo de la fundación monástica. En 1024 la infanta Cristina, hija del Rey asturiano Bermudo II lo fundó a orillas del Narcea.
El Camino sale de Cornellana en fuerte ascensión hasta la localidad de Sobrearriba, que está a 2 kms, pero justo encima de Cornellana. Son las 12:00 h y hace mucho calor, vamos teniendo gana de llegar a Salas donde hemos quedado con el Toru para comer.
Desde Sobrearribas una pista desciende entre un delicioso bosque de hayas que desemboca en una cantera de sílice y sigue hasta Llamas.
Desde Llamas por una interminable pista llana y rectilínea en medio de un valle llegamos a Quintana, que queda a la izquierda y por la que no pasa el Camino. Nada mas pasar Quintana por abajo, el Camino gira a la izquierda y se interna en un precioso bosque paralelo a la N-634 de una belleza que no nos acordábamos que era tan impresionante.
Este sugestivo Camino, termina convirtiéndose en evidencia del viejo Camino Real que se ha conservado en bastante buen estado en esta zona alta del río Nonaya. Un puente de piedra antes de Casazorrina confirma la traza exacta de la ruta medieval.
Nada mas cruzar el pueblo se accede a la N-634, que hay que cruzar para internarse en una senda, que tras pasar la aldea de Mallecín llega a Salas.
El Toru nos está esperando en el bar Uruguay, nos tomamos una cerveza con él y nos vaamos los 3 a comer. A donde iba a ser? Atracón en Pachón como de costumbre. Tres primeros (sopa de marisco, macarrones y el otro no me acuerdo) y carne con patatas de segundo. Y ahora la subida a Bodenaya.
Comienza la subida a Bodenaya
Madre mia!!! Que mal!! Vaya subida a Bodenaya con la panza a explotar, la comida en la boca, y las 16:30 h de la tarde. Pero bueno que le vamos a hacer teníamos reserva en el Hotel «Alex» de Bodenaya.
Ray llegando a Bodenaya
Llegamos al albergue de Bodenaya las 18:20 horas. Ni que decir tiene que ya estaba completo desde hacía rato. Menos mal que nosotros teniamos «reserva», nuestro gran amigo Alex nos dejó la parte de abajo del hórreo. Una maravilla!!.
Hacia tiempo que no veíamos a Alex, gran alegrón verle otra vez.
La tarde magnífica: charlas con todos (Alex, su primo, Albertini y otro hospitalero alemán amigo de Alex) , paseito corto, fotos y cena con el resto de peregrinos del 2º turno.
Vamos conociendo a otros peregrinos: una pareja de catalanes, una austriaca, una italiana, y dos amigos bicigrinos andaluces: Victor y su primo Jose Manuel.
Hemos tenido la precaución de subir una botella de orujito para despues de cenar. A la cama. el desayuno para mañana a las 6:30 horas.
Un fuerte abrazo a Alex y a su grupo de hospitaleros de verdad.
Al día siguiente…