5 de diciembre de 2015. León-San Martín del Camino. 26 kms
Otra vez en el Camino. Esta vez nos acompaña Ray que se ha querido venir con nosotras. No quería perderse de nuevo la oportunidad de disfrutar del Camino y eso que prácticamente acaba de llegar del suyo.
Ayer estuvimos en el Barrio Húmedo tomando unas cervezas y unas tapas. Viendo la Catedral y las calles iluminadas de Navidad. Estaba León preciosa. No nos acostamos muy tarde pero estábamos cansados.
Pusimos el despertador a las 06:45h porque hemos dormido cerca de la plaza de toros y teníamos que andar un buen rato hasta llegar a San Marcos. Recogemos, nos abrigamos porque hace frío, desde la ventana vemos que los coches tienen hielo. Aún no ha amanecido.
Comenzamos a caminar un poco antes de las 08:00h por la vega del río Bernesga. Hace frío. Pero vamos tranquilos, disfrutando de estos primeros pasos. Llegamos a San Marcos y nos hacemos las oportunas fotos con el peregrino de la plaza. Ahora sí empezamos a caminar. Hace ya once años, por primera vez pisamos este Camino Ray y yo. Fue nuestra primera experiencia y entonces pensábamos que no la íbamos a repetir. Pero aquí estamos, once años después con mucha más ilusión que en aquel primer Camino. Nos hacemos una foto al principio del puente y nos empezamos a cruzar con algún peregrino. Esta parte del Camino es horrible. Enseguida vemos el cartel de Trabajo del Camino, cruzamos la pasarela y las cuevas que nos acercan a Virgen del Camino. Paramos en un super a comprar pan para el bocata del mediodía y seguimos por el andadero monótono y aburrido hasta Valverde Ahora hace bastante calor pero delante la sombra de la niebla amenaza con estropear el día. Llegamos a San Miguel del Camino y nos encontramos con Agapito que está hablando con dos peregrinos italianos con los que ya nos hemos ido cruzando a lo largo de la etapa. El hombre está poniendo las luces de Navidad en sus ventanas. En el banco que hay en la puerta de su casa ha puesto unos caramelos y unos polvorones para que los peregrinos cojamos un tentempié. Para nosotros Agapito es uno de esos ángeles del Camino que desinteresadamente ayudan al peregrino. Siempre recordaremos cuando en nuestro primer Camino nos ofreció su huerta para comer, aquella rodaja fresquera de melón y unos tomates riquísimos y sobretodo la cordialidad de este hombre. ¡Gracias, Agapito!
Seguimos por los largos andaderos de León, monótonos e interminables. La niebla se ha echado encima de nosotros y comienza a hacer frío. Llegamos a Villadangos del Páramo a la hora de comer. Entramos en el albergue a sellar y aprovechamos para comernos allí el bocata. Hay una estufa de pellets y se está bastante bien. El albergue está limpio. Tiene habitaciones de cuatro plazas, baños, cocina y salón-comedor. Comemos tranquilamente y cuando salimos brilla de nuevo el sol.
Salimos del albergue y a la derecha cruzamos la carretera para tomar la calle Mayor y en una tienda compramos una botella de vino porque la bota se ha quedado vacía y algo de fruta. Ya estamos muy cerca del final de esta primera etapa que está siendo bastante suave. Nos hemos cruzado con muy pocos peregrinos, los dos italianos, algunos coreanos y poco más.
Llegamos a San Martín del Camino alrededor de las 16:30h y vamos directos al albergue La Casa Verde, donde hemos reservado. En el suelo hay unas flechas rosas que nos llevan hasta el albergue. El albergue lo lleva Beatriz Puente. Está genial, todo muy limpio y el trato de Beatriz es como para quedarte allí. Dormimos los tres solos en la sala en la que hay 8 plazas en literas. Dentro de la sala están las duchas, dos para mujeres y otras dos para hombres. Tiene cocina y dos baños, uno para hombres y otro para mujeres. En la parte trasera hay un gran jardín con tendedero y una huerta. A la entrada tiene una pequeña sala donde se está de maravilla para tomarte una cerveza o un café y charlar con ella y con los peregrinos que tengan la suerte de llegar a este albergue. Al rato llega otro peregrino pero se queda en la habitación independiente. Es David y también ha salido, como nosotros, desde León.
Después de darnos una ducha salimos a dar una vuelta por el pueblo y nos tomamos una cerveza en el bar Los Picos (o algo así). Un lugar curioso. El olor a rancio que nos abofetea al entrar casi nos da ganas de salir pero al final nos quedamos y nos tomamos una cerveza sin tapa. La «camarera» acaba de empezar a trabajar y aún no sabe tirar cañas, así que nos sirve unos botellines.
El albergue municipal y el de Santa Ana están cerrados.
Regresamos a La Casa Verde y en la entrada están Beatriz y David. Nos acoplamos a su conversación, le pedimos a Beatriz unos tercios y charlamos un buen rato hasta que nos vamos a preparar la cena. Beatriz prepara cenas riquísimas de cocina casera y de calidad. Hoy tiene para cenar lentejas y pitu caleya con ensalada. Un lujo.
Nos vamos a la cama que mañana queremos llegar temprano a Astorga.
Al día siguiente…