Prólogo: Llegada a Saint Jean Pied de Port. 13 de Octubre de 2016.
Llegó el momento, porque todo llega, por fin, tras un año de espera llegó el momento. Salimos de Madrid mi amigo Jose Ramón y yo el día 13 de octubre por la mañana; hemos recogido a una pareja por Bla Bla Car que se llaman Maira y Javi; ella es mexicana y el español; pero ambos viven en México. En estos primeros momentos no sabíamos todavía que haríamos buena amistad con ellos.
Al llegar a Pamplona cogimos el bus que desde la estación de autobuses nos lleva directamente a Saint Jean de Pied de Port. Reservamos en el albergue Beilari; pues desconocíamos como iba a esta de ocupado el albergue público de Saint Lean y teníamos muy buenas referencias de este albergue; no nos decepcionó.
Después de establecernos en el albergue, y hasta que llegara la hora de cenar Jose Ramón y yo hemos decidido salir a dar una vuelta por el pueblo; además todavía no hemos comido, por lo que buscamos un sitio para comer un bocata de paté de oca con mantequilla riquísimo y nos sentamos en un mérito a disfrutarlo, recogemos y sellamos nuestra credencial en la oficina del peregrino y damos una vuelta por el pueblo; la Ruta de la Citadelle, paseo por el río, la iglesia, la puerta de Santiago etc.
Llegamos para la cena a Beilari. Joxelu, el hospitalero, lo atiende maravillosamente. Incentiva a los peregrinos a conocerse entre si, con un simpático juego de una pelota imaginaria, que se va pasando entre los peregrinos, para, después presentarse cada uno y contar un poco de su vida y las razones por las que peregrina. Después viene la cena, comunitaria y vegetariana, pero muy completa. Conocemos a muchos peregrinos, entre ellos a Santiago, un español de Gandía; a Johan un holandés grande y carismático y Keith un tejano auténtico.
Tras un rato de tertulia y algunos consejos de los peregrinos mas experimentantados en esta etapa.; nos vamos todos a acostar, mañana empieza un durísimo día, hay que cruzar los Pirineos; la etapa con mas desnivel acumulado de todos los Caminos que hasta ahora he realizado.
1ª Etapa. Saint Jean Pied de Port- Roncesvalles. 14 de Octubre de 2016. 25 kms. Bitácora.
Salimos del albergue a las 08:00 horas, cuando esta amaneciendo. Una gran emoción nos inunda. Yo solo pienso en que este es el comienzo de un largo Camino de mas de 800 kilómetros hasta llegar a mi meta y que ahora comienzo mis primeros pasos. Es emocionante ir poco a poco con las primeras luces del día saliendo de Saint Jean. El día amenaza lluvia, pues esta muy nublado, típico en esta época del año en esta región.
Empezamos las primeras rampas durísimas nada mas salir de Saint Jean. Vamos juntos Maira, Javi, Santiago, Jose Ramón y yo.
Al llegar al km 6 comienza la lluvia, una lástima, pero ya avisaba. Por fin llegamos al refugio Orisson donde paramos a descansar y a secarnos, la mañana esta además bastante fría. El bar del albergue está hasta arriba de peregrinos. Nos tomamos un café con una magdalena y nos ponemos los pantalones de agua para continuar. Parece que estará todo el día lloviendo.
Los paisajes que vamos viendo en la ascensión hacia la Virgen de Biakorri son espectaculares, pero pronto se nos echa la niebla casi por completo, lo que nos impide la visibilidad. La lluvia a veces se torna aguanieve.
La Virgen de Biakorri aparece a nuestra izquierda entre la niebla como un espejismo, nos desviamos para verla de cerca y hacernos unas fotos junto a ella y rezarla para que nos ayude.
Después continuamos la subida entre un paisaje precioso con pradería de montaña siempre por asfalto hasta llegar a la Cruz de Thibault (tantas veces vista en fotografías y por fin delante mío); donde nos desviamos a la derecha, saliendo por fin del asfalto para coger una senda preciosa que nos llevará al Collado de Bentartea. Este Camino avanza por un bosque a nuestra derecha impresionante, de los tramos mas bonitos de la etapa. Por fin llegamos al Collado de Bentartea donde se encuentra la frontera española. En éste punto estamos ya a 1300 metros de altura, llueve bastante, hay mucha niebla y comienza a granizar. Impresionante!!!.
Tenemos frio y hambre, y Jose Ramón y yo llevamos los pantalones calados, pues los cubrepantalones han fallado y no están cumpliendo su misión; necesitamos llegar al vivac Izandorre, para secarnos y calentarnos un poco. Yo veo su ubicación desde el track del GPS y voy informando al grupo cuanto nos queda para llegar, pues todos estamos deseando llegar.
Por fin lo divisamos a lo lejos en una zona alta y llana, entre la niebla; entramos dentro, es pequeño pero suficiente y además ha salvado a muchos peregrinos y senderistas de una muerte cierta amenazados por el frío o simplemente por encontrarse perdidos. Hay peregrinos dentro y cada uno comparte lo que puede de sus viandas; nosotros sacamos pan, chorizo y turrón de chocolate, otros sacan espetec, queso etc. Poco a poco va llegando mas gente con los pies calados, se cambian de calcetines etc. Pronto se crea un buen ambiente peregrino. Conocemos a Julieta, una chica colombiana que esta haciendo el Camino en principio solo hasta Estella. También llega Gregorio, otro peregrino que Santiago ya conocía del día anterior y con el tiempo y los días se convertiría en un gran compañero de fatigas.
Salimos de Izandorre para acometer la última parte de la etapa, subimos las últimas rampas y por fin llegamos al Collado de Lepoeder que se encuentra a 1430 metros. Es el punto mas alto de la etapa y que no volveré a superar hasta llegar a las montañas de León. En Lepoeder hay que tomar una decisión, o bien seguir hacia Ibañeta por un descenso sencillo pero algo mas largo o bien bajar por un bosque de hayas directamente a Roncesvalles.
Nosotros, aunque en la oficina del peregrino de Saint Jean nos han metido mucho miedo de esta bajada, como somos pedriceros decidimos bajar por aquí. La baja es empinada, pero ni mucho menos complicada, además es un bosque precioso, imperdonable perderse esta parte de la etapa, quizás la mas bonita.
Bajamos tranquilos, charlando con Maira y Javi, sabiendo que la etapa ya está superada, comienza a abrir el cielo.
Por fin divisamos la Colegiata de Roncesvalles y con ella el albergue y el final de nuestra etapa; que aunque dura, no me ha parecido demasiado. Hemos andado 25 kms, y hemos acumulado un desnivel positivo de 1415 metros; el mayor desnivel hasta la fecha de todas las etapas de los Caminos de Santiago que hemos recorrido. Son las 5 menos diez cuando llegamos al albergue, así que hemos invertido casi 9 horas en completar la etapa.
Llegamos al albergue, está bastante concurrido y nos establecemos en el compartimento donde nos dicen junto con Maira y Javi. Luego, al ver que no se llena el albergue, cambiaremos de ubicación eligiendo uno solo para cada uno de nosotros.
Después de cumplir con los santos deberes peregrinos, (ducha caliente, desplegar saco y ponerse sandalias y ropa cómoda), salimos a dar una vuelta e ir a cenar. En el restaurante de la cena se sienta en la misma mesa Gregorio (el peregrino que conocimos en el refugio Izandorre), también una chica holandesa que se llama Maura y que va sola y un americano que habla español por su ascendencia portorriqueña, que se llama Juan. Todos ellos compartirán, con el tiempo, ratos y kilómetros conmigo.
Nos damos prisa con la cena, pues queremos llegar al la iglesia de la Colegiata para escuchar misa y recibir luego la bendición del peregrino. Es un momento muy emotivo para Jose Ramón y yo. Una vez cumplido todo nos vamos a dormir al albergue. Estamos agotados y mañana comienza otra aventura…
Información en la web de ésta etapa en éste enlace.
Al día siguiente…Las Fotografías de la etapa: